Advierten que el apoyo del Gobierno a Israel podría convertir a Paraguay en un objetivo de Irán

El abierto posicionamiento a favor de Israel, sumado a la falta de capacidades técnicas para enfrentar el terrorismo, vulven al país en un objetivo «fácil» para tomar represalias.
La escalada entre Israel e Irán, iniciada el pasado jueves con una operación militar contra objetivos militares y estratégicos iraníes, sigue avanzando y las consecuencias son todavía impredecibles. La mayoría de los países está expectante, incluido el de Paraguay, donde Santiago Peña ha blanqueado su apoyo al gobierno de Benjamin Netanyahu.
En la región, la escalada generó reacciones dispares, aunque hubo coincidencia de la mayoría de los Gobiernos en evacuar sus embajadas en Teherán. Brasil expresó su «firme condena» a la ofensiva israelí, a la que calificó como «una clara violación a la soberanía» de Irán y «al derecho internacional».
Las tensiones entre los Gobiernos de Lula y Netanyahu están en alza desde octubre de 2023, cuando Israel lanzó una ofensiva contra la Franja de Gaza en respuesta al ataque de Hamás, el más letal en la historia del país. Lula había sido tajante al señalar que la reacción israelí no era «normal» y fue uno de los primeros en hablar abiertamente de genocidio en el enclave palestino.
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Junto con Brasil, Bolivia es el gran aliado de Irán en la región, con relaciones diplomáticas desde 2007 y un memorando de cooperación bilateral en seguridad y defensa, firmado en julio de 2023, y que es catalogado por Estados Unidos como una amenaza a la estabilidad de la región.
Ser uno de los pocos países en tomar posiciones tan tajantes aumenta las posibilidades de ponernos en la mira. Ya pasó con la mudanza de la embajada a Jerusalem y la denuncia del caso del avión iraní
Por su parte, el gobierno de Javier Milei, reafirmó su compromiso con Netanyahu y dijo que mientras Israel «acepta que existan países, Irán no acepta que exista Israel». El posicionamiento del Gobierno argentino se vio reforzado con la denuncia del nombramiento de Ahmad Vahidi como jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, sindicado por la Justicia de su país como uno de los responsables del atentado a la AMIA en 1994.

El posicionamiento firme a favor de Israel por parte del Gobierno de Paraguay, que comparte con Brasil y Argentina la Triple Frontera, podría tener consecuencias. La presencia de Hezbolá en esa zona y su relación con distintos carteles criminales que allí operan no es un secreto. Así lo volvió a recordar el reciente anuncio del Departamento de Estado, que ofreció una recompensa de hasta USD 10 millones por información que conduzca a «la interrupción de los mecanismos de financiación de la organización terrorista Hezbolá» y las «redes financieras de Hezbolá en la zona de la Triple Frontera».
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Un informe del Wilson Center de diciembre de 2023 expresaba ya la creciente preocupación internacional por el avance del grupo chiíta libanés -apoyado y financiado por Teherán- en la zona. «La Triple Frontera ha sido durante décadas el centro de la actividad iraní y de Hezbolá en América Latina, aprovechando las grandes comunidades libanesas y chiítas de la diáspora», dice el documento.
Pese a estar en una línea ideológica más cercana a Irán, el Gobierno uruguayo sentó una posición intermedia, sin jugarse en un conflicto demasiado complejo
LPO consultó con fuentes especializadas, vinculadas anteriormente con organismos de seguridad, quienes aseguraron que el posicionamiento del Gobierno no será inocuo. En ese sentido, llamaron la atención sobre la visibilidad que genera el hecho de ser uno de los pocos países en tomar posiciones tan tajantes. «Ya pasó con la mudanza de la embajada a Jerusalén y la denuncia del caso del avión iraní», remarcó una de las fuentes.
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Las fuentes señalaron el posicionamiento de Uruguay como uno de los posibles caminos que podrían haberse tomado. Pese a estar en una línea ideológica más cercana a Irán, el Gobierno de Yamandú Orsi llamó a ambos bandos a «evitar acciones que puedan desestabilizar la región», en una línea intermedia, sin jugarse en un conflicto demasiado complejo.
Las fuentes consultadas resaltaron como un signo de alarma el papel que ya habría desempeñado «la estructura de la Triple Frontera» en los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA en Buenos Aires. La Justicia argentina dice que los dos hechos se cometieron a instancias de Irán. A estas condiciones, las fuentes agregan la alta vulnerabilidad que representan los esquemas de inteligencia del Estado paraguayo, sostenido mayoritariamente por la cooperación internacional.
Fuentes parlamentarias, que prefirieron en anonimato, le dijeron a este medio que también existe preocupación en estas esferas, sobre todo teniendo en cuenta las motivaciones que están detrás de estas decisiones. En ese sentido, remarcaron que parece haber más interés por «quedar bien con Trump y con el amigo del patrón» (por Cartes), que por «defender los legítimos intereses de los paraguayos».
En el Gobierno, por ahora hay silencio, aunque las últimas expresiones del presidente durante la apertura de la Conferencia de Jefes de las Fuerzas Aéreas Americanas 2025, pidiendo «voluntad conjunta» en la región para «proteger el espacio aéreo» ante «desafíos a la seguridad que no reconocen fronteras», puede ser interpretado también como una preocupación.
Fuente: LPO
