Curiosidades: Cinco datos fascinantes sobre «Salvage the Bones» que debes conocer.

En Salva los huesos, la segunda novela de Jesmyn Ward, seguimos la vida de Esch, una joven adolescente negra que vive con su padre y sus hermanos en una comunidad rural empobrecida de Mississippi. Su existencia se ve truncada por la llegada devastadora del huracán Katrina, cuando la familia lucha por sobrevivir en medio de la tormenta. Pero la tragedia no solo se limita a lo natural; Esch también enfrenta la noticia de que está embarazada, lo que añade una capa extra de tensión a su historia ya trágica. Aquí hay algunos datos igualmente fascinantes sobre lo que Los New York Times catalogó como «una novela tensa y astuta, inteligentemente tramada y voluptuosamente escrita».
- Bois Sauvage se traduce como «bosque salvaje», un guiño a la historia de DeLisle.
- La propia experiencia de Ward durante el huracán Katrina inspiró Salva los huesos.
- Ward siguió el enfoque de William Faulkner para escribir en dialecto.
- Ward usó las letras de Outkast como epígrafe.
- Los personajes de Ward a veces la sorprendían.
Bois Sauvage se traduce como «bosque salvaje», un guiño a la historia de DeLisle.
Cuando Ward tenía tres años, su familia se trasladó desde el Área de la Bahía de California a DeLisle, Mississippi, un lugar marcado por la pobreza y la historia familiar. Esa experiencia en un entorno donde la lucha es constante se refleja poderosamente en su obra, donde la atmósfera se siente tanto opresiva como reconfortante.
Las luchas de la vida cotidiana de los personajes se entrelazan con la inminente amenaza de Katrina, a quien la autora se refiere como un personaje más de la historia. En realidad, el contexto de Bois Sauvage no es solo una representación de su pasado, sino una metáfora de resiliencia en tiempos de crisis. Este forjamiento entre lo real y lo ficticio no solo refleja la realidad de muchos, sino que ofrece un hilo de esperanza.
La propia experiencia de Ward durante el huracán Katrina inspiró Salva los huesos.
Jesmyn Ward estaba presente en Mississippi cuando el huracán Katrina tocó tierra, lo que indudablemente dejó una huella imborrable en su vida y, por ende, en su escritura. Su familia vivió la desesperación de huir del agua creciente, encontrando refugio en un campo tras ser rechazados en su propio hogar. Este trauma la acompañó a lo largo de los años, convirtiéndose en la chispa que encendería la narrativa de Salva los huesos.
Ward siguió el enfoque de William Faulkner para escribir en dialecto.
Un aspecto distintivo de la novela es cómo los personajes hablan en un dialecto sureño, que contrasta con sus monólogos internos, siguiendo la herencia literaria de autores como William Faulkner. Esto permite una representación más rica y compleja de la vida emocional de los personajes, mostrando que, bajo su forma de hablar, hay pensamientos profundos y conmovedores.
Ward usó las letras de Outkast como epígrafe.
La obra comienza con tres epígrafes, incluyendo letras de Outkast, que reflejan la lucha y el deseo de supervivencia en un contexto de adversidad. Esta elección subraya la conexión cultural y contemporánea que Ward establece con su audiencia, desafiando estereotipos sobre el hip-hop sureño, reafirmando así su profundidad y relevancia.
Salva los huesos ganó el Premio Nacional del Libro.
El éxito de Salva los huesos se consagró cuando ganó el prestigioso Premio Nacional del Libro en 2011, superando a otros cuatro formidable finalistas. Este reconocimiento fue un rayo de esperanza en un momento en que Ward aún no se sentía del todo aceptada en el mundo literario. Desde entonces, su carrera ha continuado floreciendo, y su obra sigue resonando con fuerza.
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