Reconocimiento de Paraguay como destino seguro por EE.UU.: Un análisis contextualizado

El reciente anuncio de la ministra de Turismo de Paraguay, Angie Duarte, sobre el reconocimiento por parte del Departamento de Estado de los Estados Unidos de Paraguay como un país «plenamente seguro» para turistas ha generado un debate complejo. Si bien la calificación es sin duda una noticia positiva para la promoción del turismo y la imagen internacional del país, es crucial analizar este reconocimiento en el contexto de la realidad paraguaya y las dinámicas geopolíticas que influyen en este tipo de evaluaciones.
Según el mapa compartido por la ministra, Paraguay se encuentra en el nivel 1 de riesgo, recomendado «tomar precauciones normales con mayor riesgo de seguridad.» Este nivel es compartido con Argentina y lo sitúa por encima de países como Chile, Perú y Uruguay (nivel 2), y considerablemente mejor que Colombia (nivel 3) y Venezuela (nivel 4, donde se recomienda no viajar). Esta clasificación coloca a Paraguay en una posición ventajosa dentro de la región en términos de percepción de seguridad para los turistas estadounidenses.
La ministra Duarte resaltó el esfuerzo del gobierno actual, liderado por el presidente Santiago Peña, para garantizar la seguridad y hospitalidad. Sin embargo, es importante señalar que la percepción de seguridad y la realidad cotidiana no siempre coinciden. Si bien el mapa del Departamento de Estado de EE.UU. se basa en una serie de factores, incluyendo tasas de criminalidad, estabilidad política y riesgo de terrorismo, la vida diaria en Paraguay presenta desafíos importantes en materia de seguridad.
Informes periodísticos y la experiencia de los residentes señalan la persistencia de hechos de inseguridad, especialmente en Asunción, el Departamento Central y las zonas fronterizas. El uso de armas de fuego en incidentes delictivos, los hurtos menores, el consumo de drogas como el crack y la creciente influencia del narcotráfico son problemas que no pueden ser ignorados.
Más allá de la seguridad en sí, la experiencia turística en Paraguay también se ve afectada por otros factores. La infraestructura, la limpieza de las calles, la iluminación urbana, la corrupción institucionalizada y la limitada oferta de actividades culturales son aspectos que deben ser abordados para garantizar una experiencia turística verdaderamente positiva.
Finalmente, es fundamental considerar el factor político. El artículo menciona que Paraguay, «alineado a las políticas estadounidenses, se posicionó mejor que los países con gobiernos de izquierda y con posiciones diferentes a la de los Estados Unidos.» Si bien es imposible determinar con certeza si este es un factor determinante, es innegable que las relaciones diplomáticas y la convergencia política pueden influir en la percepción y la clasificación de un país por parte de otra nación.
En conclusión, el reconocimiento de Paraguay como un destino seguro por parte de EE.UU. es un paso importante, pero no debe ser visto como un indicador absoluto de la realidad. Si bien el país ha logrado avances en materia de seguridad, persisten desafíos significativos que deben ser abordados para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos y la experiencia de los turistas. Un enfoque integral que abarque la seguridad, la infraestructura, la cultura y la transparencia institucional es esencial para consolidar la imagen de Paraguay como un destino verdaderamente atractivo y seguro para todos.
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