Denuncia al Presidente de la CONMEBOL ante la FIFA por Presuntas Irregularidades Financieras y Vínculos Offshore

Una denuncia anónima presentada ante la Comisión de Ética de la FIFA ha sacudido el panorama del fútbol sudamericano, acusando a Alejandro Domínguez, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) desde 2016, de presuntas maniobras financieras sospechosas, posible percepción indebida de fondos y vínculos con estructuras offshore en Asia. La acusación, que ha trascendido a la prensa, plantea serias interrogantes sobre la gestión financiera de la CONMEBOL bajo la dirección de Domínguez, y podría desencadenar una investigación formal por parte de la FIFA.
La denuncia, a la que tuvo acceso el medio elDiarioAR, no especifica montos concretos, pero esboza un esquema de presunta corrupción internacional caracterizado por la triangulación de pagos, el uso de estructuras fiduciarias y la utilización de jurisdicciones consideradas paraísos fiscales. El documento, ya en poder del órgano de ética de la FIFA, solicita la apertura de una investigación exhaustiva sobre Domínguez, incluyendo la posibilidad de una suspensión preventiva en caso de que se confirmen movimientos financieros incompatibles con sus ingresos declarados como dirigente deportivo.
El eje central de la denuncia radica en presuntas cuentas y estructuras financieras vinculadas a bancos con sede en Emiratos Árabes Unidos y Singapur, dos plazas estratégicas en el entramado del sistema offshore global. Se mencionan específicamente al Standard Chartered Bank, Noo Bank (con sede en Dubái) y United Overseas Bank (Singapur) como entidades que supuestamente habrían canalizado depósitos y transferencias vinculadas al dirigente paraguayo, considerado actualmente uno de los principales aliados regionales del presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
La denuncia sostiene que existe un patrón consistente con depósitos y movimientos que podrían no corresponderse con los ingresos formales declarados por Domínguez. Se alega que estos fondos habrían sido gestionados a través de «estructuras fiduciarias» diseñadas para ocultar activos. Si bien se reconoce que los datos bancarios y societarios están «en proceso de verificación», la denuncia exige una investigación independiente con acceso irrestricto a registros financieros, declaraciones juradas y contratos firmados por la CONMEBOL durante la gestión de Domínguez.
Más allá del aspecto puramente financiero, la denuncia también aborda el terreno político, advirtiendo sobre el «creciente acercamiento institucional entre la CONMEBOL y ciertos actores del mundo árabe en los últimos años». Se plantea la posibilidad de que esta relación trascienda los límites de la diplomacia deportiva, sugiriendo que «no puede descartarse la hipótesis de que estas relaciones hayan sido funcionales a una arquitectura financiera paralela». Según los denunciantes, este entramado replicaría mecanismos ya probados en los casos FIFAGate y Qatargate, dos escándalos de corrupción que sacudieron al mundo del fútbol.
La referencia al FIFAGate, el caso de corrupción destapado en 2015 por el FBI y el Departamento de Justicia de Estados Unidos, no es accidental. Domínguez llegó a la presidencia de la CONMEBOL tras la caída en desgracia de Juan Ángel Napout, su antecesor y también compatriota paraguayo, quien fue condenado por la justicia estadounidense. Su llegada al poder fue presentada como una nueva etapa de limpieza institucional y profesionalización del fútbol sudamericano, en consonancia con las reformas impulsadas por Infantino al asumir la presidencia de la FIFA.
En aquel momento, Domínguez impulsó una auditoría a cargo de la consultora Ernst & Young, prometiendo así poner fin a la etapa oscura de la CONMEBOL. En 2021, declaró con un tono triunfalista: «Hoy ningún funcionario de la CONMEBOL pone la mano en la lata». Esta frase fue celebrada en Asunción, sede de la CONMEBOL, y utilizada por medios y patrocinadores como símbolo de transparencia. Sin embargo, el contenido de la denuncia actual apunta en una dirección diametralmente opuesta, poniendo en duda la integridad de la gestión de Domínguez.
Si bien la presentación no lleva firma identificable, su contenido se caracteriza por un tono técnico y se basa en normativas internas de la FIFA, como los artículos sobre lealtad, conflicto de intereses, confidencialidad, cohecho y corrupción del Código de Ética. Fundamentándose en estos principios, los denunciantes solicitan no solo una investigación formal, sino también la revisión exhaustiva de los contratos firmados entre la CONMEBOL y entidades con sede en Emiratos y Singapur, prestando especial atención a las cláusulas de confidencialidad y a la trazabilidad de los fondos.
La filtración de la denuncia se produce en un momento particularmente delicado. Asunción, precisamente, es la sede del Congreso de la FIFA, un evento de alto perfil institucional que reúne a delegados de todas las federaciones del mundo y al propio Gianni Infantino. El cónclave tiene como objetivo aprobar reformas, mostrar avances en materia de transparencia y celebrar los acuerdos entre la FIFA y las seis confederaciones continentales. El hecho de que una denuncia que apunta directamente a uno de los anfitriones surja en este contexto no es un detalle menor.
Hasta el momento, Alejandro Domínguez no está formalmente bajo investigación por parte de la FIFA. No obstante, la aparición de esta denuncia, en vísperas del evento institucional más importante del fútbol global, podría alterar significativamente el panorama y obligar a la FIFA a tomar cartas en el asunto, afectando la imagen y el futuro del dirigente paraguayo al frente de la CONMEBOL. El desenlace de este caso tendrá sin duda importantes consecuencias para el fútbol sudamericano y para la credibilidad de la FIFA a nivel global.
pedrojuandigital @danifiguesti
