Pillan posible atentado contra Alexandre Rodríguez Gomes, hijo del fallecido diputado Eulalio “Lalo” Gomes
Según reportes de las autoridades penitenciarias, las armas incautadas – un revólver calibre 38 y una pistola calibre 22, junto con 28 cartuchos – estaban destinadas a ser utilizadas en un ataque dirigido contra Alexandre Rodríguez Gomes, presunto narcotraficante. La información sobre la presencia de las armas llegó a los agentes penitenciarios el 9 de junio, señalando específicamente la celda de Pascual Benítez Miranda como el lugar donde se encontraban.
Pascual Benítez Miranda, un sicario de 41 años condenado a 26 años de prisión, está vinculado al Primer Comando Capital (PCC), una organización criminal brasileña. Benítez Miranda es conocido por su participación en varios crímenes en la región de Caazapá, incluyendo el asesinato de dos policías en 2016 y el atentado contra el concejal departamental Nelson Javier Vera Villar en 2015, del cual este último sobrevivió. También se le atribuye la muerte del comerciante Carlos Jorge Delvalle Lugo, alias Carlos Gordo, en 2019.
Durante el mismo operativo, las autoridades también revisaron la celda de Ronal Javier Núñez, un presunto sicario de 28 años detenido por su presunta participación en el séxtuple asesinato ocurrido en enero de 2024 en la estancia de Ideal de Cerro Corá. Este ataque, supuestamente ordenado por el fallecido narcotraficante Clemencio “Gringo” González, también involucra a Marciano Denis Torales, actualmente prófugo. En la celda de Núñez se incautó un teléfono celular.
Las investigaciones sugieren que tanto Benítez como Núñez podrían estar implicados en la tenencia de las armas, lo cual se confirmará mediante el análisis forense de los teléfonos celulares incautados.
Las autoridades penitenciarias sospechan que el objetivo del atentado era Alexandre Rodrigues Gomes, quien se encuentra recluido en el sector conocido como Ranchería, descrito como una zona «VIP» dentro de la prisión. Se presume que los sicarios planeaban aprovechar las recientemente habilitadas habitaciones para visitas conyugales o privadas en esa área para llevar a cabo el ataque. Tras la detección del plan, se reforzó la seguridad en el sector de Ranchería.
En resumen, el incidente pone de manifiesto la persistente actividad criminal dentro del sistema penitenciario y la potencial vulnerabilidad de los reclusos, incluso en áreas consideradas de mayor seguridad. La conexión de los presuntos implicados con el crimen organizado y el narcotráfico subraya la complejidad de la situación y la necesidad de medidas de seguridad más eficaces y rigurosas dentro de las cárceles.
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