El enigma de Buga: la esfera que cayó del cielo

Una esfera metálica colisiona con cables de alta tensión y es recuperada en Buga (Colombia) su superficie está repleta de jeroglíficos y circuitos integrados
El pasado 2 de marzo, cuando pasaban 45 minutos de la una de la tarde, tuvo lugar un hecho insólito en el sector de Alto Bonito, cerca del municipio de Buga, del departamento del Valle del Cauca, en Colombia. Tras un vuelo errático a baja altura sobre la ladera de una montaña, una misteriosa esfera metálica se precipitó al suelo. ¿Un UAP (Fenómeno Anómalo no Identificado, por sus siglas en inglés?
Hay por lo menos dos vídeos desde dos ángulos distintos que acreditan la caída. Al parecer, la misteriosa esfera metálica colisionó con unos cables de alta tensión y un ciudadano llamado “José” que estaba en la zona con un detector de metales vio como caía al suelo y la recuperó.
En la distancia se parecía a la denominada esfera de los Betz, hallada en 1974, tras un pequeño incendio en las proximidades de la casa de la familia Betz (de ahí el nombre), en Fort George Island, en Florida. También guarda parecido con la que posee el promotor musical Jim Marlin y está siendo estudiada por Garry Nolan, pero a diferencia de éstas, su superficie está repleta de símbolos y lo que, a todas luces, parece un circuito integrado.
El empresario David Velez “el potro” entregó la esfera al controvertido periodista mexicano Jaime Maussan quien presentó los vídeos en su programa Interestelar y aseguró haber iniciado la investigación de este curioso artefacto metálico.
El radiólogo José Luis Velázquez sometió a rayos X a la misteriosa esfera y no pudo distinguir soldadura alguna, es decir, que se trata de un artefacto de una sola pieza. Es más, parece que no es hueca y tiene dos densidades. En su interior, además, distinguió lo que parecen 16 microesferas en torno al núcleo.
El artefacto -dicen- ha crecido en peso. Inicialmente, cuando fue recogida en el monte, tenía unos 2 Kg. y, en la actualidad, alcanza los 9,9 Kg. Tiene un diámetro aproximado de 50 cm y su superficie, de aspecto metálico, está lleno de signos que no han podido ser descifrados. Se distinguen círculos, triángulos con círculos en su interior, figuras de media luna y jeroglíficos alfabéticos desconocidos. En torno a su ecuador se distinguen aproximadamente 25 pequeños elementos circulares, de cerca de 5 milímetros cada uno.
Julio Moraga ha registrado un dominio en Internet y ha implementado un web site para dar a conocer las nuevas informaciones respaldadas por pruebas objetivas así como un intento por descifrar los símbolos de su superficie.
“Esta es la esfera de Buga, sólida, tiene lo que parece ser algún tipo de circuitos, algún tipo de nomenclatura, de letras, de símbolos, tiene unas líneas muy porosas” describió Jaime Maussan a El Colombiano.
“Se trata de un verdadero hallazgo que tiene que ser investigado”, añadió, preguntándose si se trataría de lo que él llama un ‘chip cuántico’.
Sin embargo, hay muchas cosas que no cuadran. David Velez es propietario de Germany Company, una empresa que comercializa ¡detectores de metales!
Las fotografías que muestran a “científicos” enfundados con trajes antibacteriológicos pero, en realidad, no son de ningún laboratorio sino de esta empresa que opera en un nicho comercial relacionado con la tecnología de detección, pero no necesariamente con análisis científicos avanzados.
¿Pudo ser, entonces, una campaña viral?
Llama la atención que el vídeo fuera replicado por varias cuentas de TikTok e Instagram dedicadas al marketing, por lo que la sospecha mayor recae en que se trate de una campaña publicitaria de expectativa, aun sin saber a qué marca o evento corresponda. Hemos preguntado directamente a Germany Company pero, hasta el momento, no ha respondido a nuestras preguntas.
En cualquier caso, sorprende, el cuidado con el que los «técnicos del laboratorio” tratan al artefacto y, sin embargo, su descubridor lo agarra sin reparo del suelo recién “aterrizado”. ¿No es extraño que veas un objeto desconocido caer del cielo y lo tomes en tus manos sin ninguna precaución? Ni siquiera titubea al poner sus manos encima, sin saber si puede quemar o no.
A propósito de las temperaturas. Corre por Internet otro vídeo que muestra a una joven echando agua sobre la esfera y como ésta se evapora y, sin embargo, el tacto es frío.
De nuevo, vemos el logotipo de Germany Company en la camiseta de la chica que vierte agua sobre la esfera. Y cuando otro operario aplicó un soplete, no consiguió calentarla.
Siendo generosos se nos antoja la duda de si los dos vídeos que muestran el orbe flotando o levitando se corresponden con este artefacto pues, su tamaño no es muy grande y, sin embargo, las grabaciones parecen mostrar un objeto de mayor envergadura.
¿Cómo pasó el artefacto del buscador de tesoros a El potro? ¿Por qué?
Lo cierto es que la llamada “esfera de Buga” como meses antes la esfera de Manchester, ha conseguido despertar el interés y la imaginación de miles de personas en redes sociales, entre entusiastas del fenómeno OVNI y escépticos que huelen una operación de marketing viral. ¿Estamos ante un artefacto de origen desconocido, tal vez no humano, o frente a una elaborada puesta en escena con fines comerciales? Mientras las respuestas no lleguen y el misterio siga creciendo, la esfera seguirá girando —literal y metafóricamente— en torno a nuestras más profundas preguntas: ¿estamos solos? ¿Y si no, ya están aquí?
